martes, 28 de octubre de 2014

“El amor”: Carta de Albert Einstein a su hija.


"El amor": Carta de Albert Einstein a su hija.
  A finales de los años 80, Lieserl, la hija del célebre genio donó 1.400 
bgamicartas escritas por Einstein a la Universidad Hebrea, con la orden de no  hacer público su contenido hasta dos décadas después de su muerte.
 Esta es una de ellas:
 "Cuando propuse la teoría de la relatividad, muy pocos me entendieron 
y lo  que te revelaré ahora, para que lo transmitas a la humanidad, también chocará con la incomprensión y los prejuicios del mundo.  Aun así, te pido que la custodies todo el tiempo que sea necesario ( años, décadas) 
hasta que la sociedad haya avanzado lo suficiente para acoger lo  que te 
explico a continuación :
 Hay una fuerza extremadamente poderosa, para la que, hasta ahora, la 
 ciencia no ha encontrado una explicación formal. Es una fuerza que 
incluye y gobierna a todas las otras y que incluso está detrás de cualquier fenómeno que opera en el universo y aún no haya sido identificado por nosotros. Esta fuerza universal es el AMOR.
 Cuando los científicos buscaban una teoría unificada del universo, 
olvidaron la más invisible y poderosa de las fuerzas.  El Amor es luz, 
dado que ilumina a quien lo da y a quien lo recibe.  El Amor es gravedad, porque hace que unas personas se sientan atraídas  por otras.  El Amor 
es potencia, ya que multiplica lo mejor que tenemos y permite que  la 
humanidad no se extinga en su ciego egoísmo.  El Amor revela y desvela.  
Por Amor se vive y se muere. 
El Amor es Dios. Dios es Amor.
Esta fuerza lo explica todo y da sentido ,en mayúsculas, a la vida.
 Ésta es la variable que hemos obviado durante demasiado tiempo, tal 
vez porque el amor nos da miedo, ya que es la única energía del universo que  el ser humano no ha aprendido a manejar a su antojo.
 Para dar visibilidad al amor he hecho una simple sustitución en mi 
ecuación más célebre. Si en lugar de E = mc2 aceptamos que la energía 
para sanar el mundo puede obtenerse a través del amor multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado, llegaremos a la conclusión de que el amor es la fuerza más poderosa que existe, porque no tiene límites.
 Tras el fracaso de la humanidad en el uso y control de las otras fuerzas del universo, que se han vuelto contra nosotros, es urgente que nos  alimentemos de otra clase de energía.  Si queremos que nuestra 
especie sobreviva, si nos proponemos encontrar un sentido a la vida, si 
queremos salvar el mundo y cada ser sintiente que en él habita, la única 
y última respuesta es el amor.
 Quizás aún no estemos preparados para fabricar una bomba de amor, 
un  artefacto lo bastante potente para destruir todo el odio, el egoísmo y la avaricia que asolan el planeta, pero cada individuo lleva en su interior 
un pequeño, pero poderoso, generador de amor cuya energía espera 
ser liberada.
Cuando aprendamos a dar y recibir esta energía universal, querida 
Lieserl, comprobaremos que el amor todo lo vence, todo lo trasciende y todo lo puede, porque el amor es la quintaesencia de la vida. Lamento 
profundamente no haberte sabido expresar lo que alberga mi 
 corazón, que ha latido silenciosamente por ti toda mi vida.
 Tal vez sea demasiado tarde para pedir perdón, pero, como el tiempo 
es relativo, necesito decirte que te quiero y que, gracias a ti, he llegado 
 a la última respuesta.
 Tu padre:
 Albert Einstein".

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