viernes, 6 de julio de 2018

Hace 200 años, igualdad quería decir igualdad

Hace 200 años, igualdad quería decir igualdad ante Dios; libertad significaba libertad para modelar la propia vida.
La igualdad comenzó a ser interpretada cada vez más como "igualdad de oportunidades".

Últimamente ha surgido un sentido de igualdad muy diferente: igualdad de resultados. La igualdad de resultados está en clara contradicción con la libertad. El intento de alcanzar ese objetivo fue el origen principal de un Estado cada vez más poderoso y de restricciones a nuestra libertad.

¿Quién decide qué es "equitativo"? La "equidad", como las "necesidades", dependen del espectador. Si lo que las personas tienen depende de la "equidad" y no de lo que producen, ¿de dónde vendrán las recompensas? ¿Qué incentivo hay para trabajar y producir?

LA VIDA NO ES EQUITATIVA. Creer que el Estado puede rectificar lo que la naturaleza ha producido es tentador. Pero es importante reconocer en qué gran medida nos beneficiamos de esa falta de equidad que deploramos.

No es equitativo que Muhammad Ali gane millones de dólares en una noche. Pero, ¿no hubiese sido todavía menos equitativo para quienes disfrutan viéndolo si, por un cierto ideal de igualdad, se prohibiera a Ali ganar más que un peón no cualificado? El resultado hubera sido negar a la gente la posibilidad de ver a Alí.

¿Se debe obligar a los ganadores a devolver el dinero a los perdedores en nobmre de la igualdad? Eso supondría privar al juego de toda diversión.

Milton Friedman, Libertad de elegir


https://www.facebook.com/819129531476871/posts/1776581419065006/

No hay comentarios:

Publicar un comentario